Me llamo Paloma y tengo diecinueve años.
Me encanta escribir desde que tengo uso de razón. Si no llevo mal la cuenta, este es el quinto blog que abro y espero que no acabe en la papelera como todos los anteriores.
También me encanta leer; mi amiga dice que devoro los libros y estoy de acuerdo. La vida sin libros sería un terrible error.
La música siempre ha estado conmigo, está y estará siempre. Toco la guitarra (quizás sería mejor decir que lo intento), el ukelele y yo estamos entablando una más que buena amistad (de momento puedo decir que, al menos, suena), y el piano y yo hemos decidido darnos otra oportunidad.
Me encantan los atardeceres (y los amaneceres), el té verde, la lluvia en verano y el otoño. Y un poquito menos que el otoño me gustan los domingos de invierno en los que brilla el sol. Octubre es mi mes favorito, me gusta correr por las mañanas y hablar inglés. Y alemán. E italiano. Y ojalá supiese hablar todas las lenguas que existen. Cáceres es mi ciudad favorita; no sé si lo es porque realmente me gusta, o porque Madrid hace que la eche de menos. Ah, Madrid es mi segunda ciudad favorita y donde actualmente estudio Lenguas Modernas, Cultura y comunicación. O sea, que me paso la mañana hablando en otros idiomas y leyendo libros, ¿no es genial?
Hay dos tipos de personas: las que creen y las que no. Me gusta la gente que cree. Que cree en sí misma, en los demás y en lo que hace. Yo, afortunadamente, soy de las que cree. Creo en la magia, creo en la vida, creo en la música, creo en el amor y creo en las personas.
¿Por qué «Evergreen Laughter»? Pues porque en inglés todo suena mejor. Y porque la risa no debería extinguirse nunca.
Encantada de conocerte,
Paloma.
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